La ciencia como inspiración para la narrativa de miedo.
“La emoción más antigua y más intensa de la humanidad… es el miedo a lo desconocido.” HP. Lovecraft
CIENCIA Y ARTE
Ernesto Pérez González
10/29/20256 min read
¿Qué hay sobre lo que se ignora? Recordemos que la ciencia es un método, con él se intenta explicar, a partir de hipótesis y teorías, el funcionamiento de la naturaleza o lo que podemos entender por realidad. Por su estructura se intenta falsear en todo momento para comprobar sus resultados y así obtener conclusiones verídicas (replicables bajo mismas condiciones). En ese sentido la ciencia y el miedo se contraponen; requiriendo la primera curiosidad y la segunda, por supuesto, una repulsión hacia algo.
Por otra parte, la literatura especulativa (o lo que nos atañe, de miedo, entiéndase terror/horror) “Engloba todas las historias que tienen lugar en un escenario opuesto a la realidad conocida”. (Orson Scott Card) En este sentido ¿Cómo es que se puede relacionar lo que en apariencia son dos cosas opuestas? ¿Cómo inspira la ciencia a la narrativa de miedo?


En principio, a expensas de ser obvio, nos encontramos en la vida real, este es nuestro principal punto de vista, nuestra realidad o marco de referencia. Lo que construyamos viene de aquí. Es decir, al hacer ficción hacemos lo real irreal. Distorsionamos lo cotidiano y nos inspiramos de las situaciones de aquí. En contraparte, de lo irreal hacerlo “real”, es decir dentro de la obra posicionarnos en un panorama que haga creíble lo fantástico, para dar cierta verosimilitud o lógica a la obra dentro de su propia lógica interna. A fin de cuentas, puntos bastante similares, pero desde diferentes perspectivas. Con lo anterior en mente, al unir ambas ideas, unimos ambos mundos.
Comenzamos por Ernest Theodor Amadeus Hoffmann, mejor conocido como E.T.A Hoffmann. Dentro de su vasta y amplia obra podemos rescatar dos cuentos “El magnetizador” y “El hombre de arena”. Del primero E.T.A consideró el concepto (producto de su época) de “magnetismo animal” el cuál consistía en contemplar una especie de “fluido” magnético universal que podía controlar, manipular o influir en las personas, una especie de tejido que conectada a todas las cosas (¡Qué habría pensado E.T.A del QFT!). Mientras que el segundo texto aborda diversos elementos como experimentos alquímicos, elementos de psicología para la construcción y desarrollo de personajes, e incluso el uso de un “autómata” lo que podríamos considerar como un antecedente a la idea de “robot”.
De igual forma, un parteaguas en la literatura es Frankenstein de Mary Shelley quien utiliza conceptos de Galvanismo (un antecedente a la teoría electromagnética) y de medicina como argumentación para la creación del monstruo. En este sentido Galvani planteaba que en el cerebro producía electricidad que se conducía en dos tipos diferentes, una en sistema nervioso y otra en los músculos, entonces por interacción de las mismas se provocaba que; por ejemplo al pasar corriente al cadáver de una rana está por acción electroquímica moviera las piernas. De ahí que el clásico “It 's Alive!” cobrará sentido tras las gigantescas configuraciones y arreglos de laboratorio del Doctor Frankenstein (no confundir con el monstruo al cual se le llama simplemente como “la criatura” o “el ser”).


Por su parte, de Edgar Allan Poe podemos rescatar todo el tratamiento criminalístico e incluso criminal que hay en su obra. Es decir, no solo se limitaba al análisis metódico de la lógica de los hechos atroces del detective o los policías, sino que profundizaba en las motivaciones del delincuente. Es decir manejaba tanto causa y efecto para dar un sentido de completitud en su obra. Lo que creaba panoramas inquietantes, como en “Corazón delator”, el análisis lógico-deductivo para determinar quién es el criminal en “Crímenes de la calle Morgue” y por supuesto, el increíble desenlace del “Gato Negro”. En todos se maneja o deja entrever la inverosimilitud de lo posible, para manejar el suspenso.
Del mismo modo Lovecraft, en “Sueños en la casa de la bruja”, asocia las ideas de relatividad y cuántica con los espacios extraños que visita nuestro protagonista, no se mencionan ecuaciones de forma explícita por supuesto; pero se insinúan ideas de geometría no-euclidiana en donde ve criaturas de realidades distorsionadas. De igual forma en Herbert West: Reanimador maneja un homenaje a Frankenstein. También vale la pena mencionar el cuento de “Terror espacial” de Harry Walton, ya que el autor utiliza el concepto de botella de Klein para otorgar una propiedad de teletransportación al hacer ciertas interacciones acústicas y resonar en su frecuencia. En particular cuando estas son hechas de un material extraño, de modo que se utilizan de hilo conductor para el eje central de la trama.


Otro ejemplo sumamente importante es el del Exorcista, ya que podemos comentar todo el trasfondo psicológico con elementos de psiquiatría y medicina. Esta es una idea que analiza Alejandro Baravalle, mejor conocido como “El sur Taller literario”, en su video: “El Exorcista y el género de terror (documental crítico)”. En donde el sacerdote, también psiquiatra, Karras en un intento de negar la posesión, prefiere argumentar construcciones “artificiales” y supuestamente racionales (como tumefacción de cuerdas vocales, excesos de potencia muscular, criptomnesia y trastornos de personalidad) a una simple y sencilla (navaja de Ockham) posesión demoníaca. Además en la versión cinematográfica se incluye una escena de una extracción de sangre (arteriograma), que para muchos es aún más incómoda que el exorcismo final en sí.
Por su parte en La cosa del otro mundo (The Thing) de Carpenter podemos apreciar elementos de biología en un contexto extraterrestre, uso de recursos tecnológicos en la expedición en la Antártida. Y lo más importante, el uso del método científico al diseñar una prueba rápida para detectar a los humanos infectados del organismo alienígena. La cual consiste, a expensas de spoiler (si no es que para estas alturas del texto ya fueron demasiados), en extraer sangre a todos los involucrados, colocarlas en muestras petri y exponer al fuego; de este modo las muestras contaminadas reaccionaban de una forma particular.
En contraparte para The Fly de David Cronenberg se pueden apreciar los recursos de teletransportación y recombinación genética para dar lugar al terror de un experimento fallido. Vale la pena mencionar el clásico Alien (1979, Ridley Scott) el cual contiene elementos de exploración espacial y por supuesto de biología para los xenomorfos. Además de construir de manera impecable a los androides o mejor conocidos como sintéticos. Al considerar la interacción de ¿Qué pasaría si la humanidad se expone ante estas criaturas? Todo lo anterior rodeado de la estética del artista visual H.R Giger quién combina elementos de erotismo y tecnología de manera intrínseca.
Finalmente, consideremos que la intención de los textos y metrajes son provocar miedo, por ende la amenaza debe ser superior en varias partes (principalmente nudo y clímax).Para, de este modo cumplir su propósito. Ahora, observemos que mientras se sugiera en las historias, existe un tratamiento implícito y es ahí donde aflora la auténtica sensación de miedo sobre el descubrimiento. De la especulación que el espectador construye vía el tratamiento del escritor. Concebirnos inútiles y desarmados como lo plantea el horror cósmico.
Es entonces donde la ciencia resulta útil en narrativa para: plantearnos nuevas ideas; ser un contraste con lo inexplicable y ser causa, esperemos solamente, en el contexto especulativo de muchas pesadillas y atrocidades.






Card, O. S. (2020). Cómo escribir ciencia ficción y fantasía (J. Díez González, Trad.). Alamut.
Lovecraft, H. P. (1927/2013). El horror sobrenatural en la literatura. Madrid: Valdemar.
Hoffmann, E. T. A. (2024). Nocturnos (J. Feijóo, Ed. y Trad.). Alianza Editorial.
Hoffmann, E. T. A. (2010). El magnetizador (J. Fontcuberta, Trad.). Bambú.
Poe, E. A. (2018). Cuentos 1 (J. Cortázar, Trad.). Alianza Editorial.
Shelley, M. W. (2011). Frankenstein o el moderno Prometeo (F. Torres Oliver, Trad.). Alianza Editorial.
Lovecraft, H. P. (2005). Narrativa completa (Vol. I y II) (J. A. Molina Foix, Trad.). Valdemar.
Walton, Harry. (1955). Terror Espacial. Más allá vol.20.
Blatty, W. P. (2022). El exorcista (ed. 50.º aniversario). B de Bolsillo.
Friedkin, W. (Director). (1973). The Exorcist [Película]. Warner Bros.
Carpenter, J. (Director). (1982). The Thing [Película]. Universal Pictures.
El sur, taller literario y algo más. (2019). El Exorcista y el género de terror (documental crítico) [Video]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=a8q6yjNdxsQCronenberg, D. (Director). (1986). The Fly [Película]. Brooksfilms; 20th Century Fox.
Scott, R. (Director). (1979). Alien [Película]. Brandywine Productions; 20th Century Fox.




